Junior García ya es un argentino más. Amante de una buena napolitana con fritas o ensalada y alumno del politécnico Manuel Belgrano, cuando Junior se mudó a nuestro país a los 11 años no sabía lo que le esperaba, pero rápidamente se acomodó, tan así que utiliza con frecuencia palabras ajenas al vocabulario con el que llegó como "Che" o "Vos". “Me gustó la idea de venir a Argentina porque justo viajamos 3 días después de mi cumpleaños y fue como un regalo para mi. Acorde con mi mamá venir por 2 o 3 meses para ver si me adaptaba. Me gustó, empecé a estudiar y bueno, acá estoy”, recordó, quien vive junto a su madre, su hermano Derinson de 17 años y su hermana Mariel de 13 años.
Con padres separados, García espera poder viajar a fin de año a visitar a su papá a Dominicana. “Si ahora sale todo bien, a fin de año voy a viajar a Dominicana para ver a mi papá y a mi abuela que la extraño mucho”, remarcó, quien también extraña las playas de su país donde "te metes en el mar hasta la cintura y si miras para abajo te ves los pies".
Fanático de los deportes, Junior practicaba béisbol y atletismo en su país natal y cuando arribó a Argentina comenzó a jugar al fútbol, pero debido a que los horarios de los entrenamientos le imposibilitaban descansar y alimentarse bien, se inclinó por el rugby. “El hijo del novio de mi tía jugaba en el CAR. Me recomendaron que venga a jugar al rugby que iba a hacer muchos amigos”, destacó el joven dominicano.
“Vine un jueves y por suerte me tocó con Pablo (Domanchuk) que es un entrenador increíble. Lo primero que me dijo fue que me divierta y me preocupe por hacer amigos, que la técnica y todo lo demás lo iba a ir aprendiendo con el tiempo”, puntualizó Junior. Además, el wing o fullback de la M-15, remarcó una frase que le dijo su entrenador que siempre tiene en mente: "Con actitud y corazón, todo se puede".
Si bien tan solo juega hace unos pocos meses, Junior esta comprometido totalmente con el rugby: "Es un deporte que te exige mucho físicamente y para mi edad es algo espectacular, es una motivación para cuando me levanto. A veces estoy cansado pero digo ‘¡Vamos carajo que tengo que entrenar!'. Además, me sirve como un refugio el deporte, donde puedo olvidarme de todo lo demás y concentrarme solamente en eso”. A su vez, el oriundo de Centroamérica resaltó que es lo que más le divierte del rugby. “Lo que más me gusta es tener la pelota en la mano o tacklear. En esos momentos me siento que participo y sale todo mi amor por el deporte, pienso que nadie me puede detener y voy para adelante. Me ayudan mucho mis compañeros que son increíbles”, dijo Garcia, que vive en Gerli y va a entrenar en bicicleta.
Además de jugador, Junior también ayuda en la M-8, categoría en la que juega su primo. “Colaboro con la M-8 cuando traigo a mi primito porque me encanta ver cómo juegan los chiquitos. Veo como una imagen mía a esa edad cuando no me cansaba de correr y divertirme”, expresó.
La vida del dominicano no solo tiene que ver con el rugby, esconde dos pasiones más: el atletismo y la música. Por un lado, Junior no dejo de practicar atletismo cuando llegó a Argentina: lo hace en el Parque Domínico, donde compite en las pruebas de 100 metros llanos, 1200 metros, 3000 metros y salto en alto. “Hace unos días fue mi primera carrera por el torneo, gane los 100 mts y le habre sacado unos 10 mts de diferencia al segundo”, resaltó el veloz García, que tiene como mejor marca en los 100 metros llanos el tiempo de 10,34 segundos, una velocidad sorprendente para su edad, digna de un corredor olímpico.
Por otro lado, la música es algo que fascina a Junior, pero no solo la escucha, también compone y canta canciones de rap: “Escribo música. Cuando tengo tiempo libre, agarró la computadora, trato de armar alguna pista y veo que letra le puedo enganchar”. Fiel a sus costumbres dominicanas, el jugador de la M-15 del club prefiere los ritmos musicales que suenan en Centroamérica. “Siempre me gusta escuchar música para concentrarme, te hace pensar cosas y te despeja un poco la mente. Mucho rap, bachata, reggaetón… Más que nada dembow, el estilo que más suena allá en Dominicana”.
En el plano amoroso, el soltero dominicano no se anima a elegir entre las mujeres de su país y las argentinas. “Si tengo que elegir entre las mujeres dominicanas y argentinas me meto en un lío. Hay varias diferencias en lo físico, en el color y en otras cosas. Igual yo lo que veo en una chica es como es como persona, no importa si es flaca, gorda o como sea”, analizó Junior, que cuando le gusta una chica siempre va de frente ya que no se considera "chamuyero".
Por último, Junior sentenció: “Estoy muy cómodo en Argentina. Mi idea es seguir viviendo acá por mucho tiempo".
Por Pedro Straschnoy
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