Argentino no jugará este fin de semana debido al encuentro
que Los Pumas disputarán ante Nueva Zelanda en el Estadio Único de La Plata.
Por tal motivo, aprovechamos el mencionado receso para que el Presidente del
CAR, Rodrigo Reymondes, comparta con nosotros una extensa e interesante charla
sobre una cantidad muy variada de temas, siempre con el rugby delante de todo.
Sobre el final de la entrevista, manifestó con mucho entusiasmo su deseo de
concretar el ascenso a segunda división.
Hay crecimiento de muchos clubes en el rugby argentino, las ligas del interior cada vez exportan más jugadores al exterior, etc. ¿Cómo analizas la evolución de nuestro rugby con respecto a la época donde jugabas vos?
Son épocas diferentes. Si bien las dos etapas son
amateur, la época donde nosotros éramos adolescentes, te doy un ejemplo, Los
Pumas jugaban dos o tres partidos al año y todo el mundo del rugby se
concentraba en la cancha de Ferro y después en Velez a verlos “era el show”. En
cambio, ahora la competencia internacional que tienen Los Pumas, los Pampas XV (no solo con el Championship, que es un
milagro que tengamos a estos monstruos en nuestro país) es muy distinta. En
nuestra época no había mundiales, el primero fue en 1987. El rugby traccionó y
va a seguir traccionando como espectáculo a través del marketing y la difusión
por televisión. Ahora sí, en el plano local, vemos que cada vez más gente está buscando
el rugby como un deporte. Antes venían los hijos de los jugadores y jugaban,
ahora ya es tan popular gracias a la difusión de Los Pumas que permite recibir
chicos que generalmente los padres no tienen idea de lo que es este deporte. Y
cuando ven que en infantiles comienzan y no importa el resultado, si
ganan o si pierden, y si son buenos o malos o altos o bajos, y ven como les
enseñamos de valores de respecto al árbitro y al prójimo, del deporte en
conjunto y el 3 tiempo. Al principio no entienden mucho, pero al correr del
tiempo el padre ya está preguntando en que puede colaborar, y así tanto padre o
hijos están formando parte del club en forma activa uno jugando y el padre
colaborando en algo. Y esa es nuestra principal meta. Si seguimos en esa senda,
que nos marcaron nuestros fundadores, tendremos CAR para rato.
Se toca cada vez con más
frecuencia el tema del rugby como deporte profesional, ¿Tienen los clubes una
estructura para profesionalizarlo?
Yo soy “pro-amateur”. Este deporte siempre está ligado al
amateurismo. Nosotros al estar en una categoría como tercera (esperemos que en
segunda si a los muchachos les va bien), no estamos todavía pensando como
dirigentes en un esquema profesional. Va a demorar mucho. Las organizaciones
para que sean profesionales tienen que ser mucho más grandes. Se pierde toda la
mística del rugby.
El rugby es dar, todo el que entra al club está tratando de
dar: el jugador, el entrenador, el manager, el dirigente, el padre, el que consigue un cartel de publicidad, o
una canje de algo etc. Es muy difícil que en nuestros clubes vengan
auspiciantes por el hecho de querer participar en el rugby, es todo donación o
agradecimiento a alguien y eso tiene que ver con el amateurismo. No creo que
estando en el rugby profesional alguien agradezca con un cartel, con su marca
en la camiseta, van a empezar a buscar el negocio y la rentabilidad. Y eso no
lo veo muy sano. El concepto que los dirigentes o ex jugadores y socios que
tenemos en los clubes medianos es amateur. No concebimos el rugby profesional.
Y no lo hablo por el club, lo hablo por el conjunto de dirigentes que
interactuamos permanentemente. De hecho la URBA no concibe tampoco el
profesionalismo.
Siempre hubo un
estereotipo, sobre todo en las primeras épocas de rugby, de que es un deporte
de elite. ¿De qué manera cambió ese mote que se le dio al rugby?
El rugby nace en Inglaterra. En la faz nacional, quizás
queda de elite porque San Isidro tiene una gran cantidad de jugadores. Nosotros
desde que nacimos con el CAR en el 77, de elite no tenemos nada y de hecho
Avellaneda no es una ciudad elitista. Vamos en contramano de todo lo que tiene
que ver en el elitismo en el rugby y lo estamos viviendo día a día. Un deporte
elitista tendría que ser caro y el rugby del CAR hoy es uno de los más baratos. Si vos comparas la
cuota social de un club de rugby como el nuestro con la de un club de futbol o
la de otro deporte, o de una actividad extra-curricular en un colegio, siempre
lo otro va a salir más que jugar al rugby.
Independiente,
Racing, Arsenal, Dock Sud, San Telmo y El Porvenir. Avellaneda es un
distrito plagado de clubes de fútbol. ¿Cómo se infiltra un club de rugby en un
municipio con estas condiciones?
Fuimos los raros durante mucho tiempo y también es lo que
nos cuesta para conseguir gente. De hecho cuando vienen clubes a visitarnos nos
cargan porque no hay mesa de tercer tiempo en la que no se hable de
Independiente y Racing. El futbol lo tenemos muy arraigado en la ciudad y no lo
podemos esconder. Entonces tenemos que convivir con eso y nos destacamos como
el único club de rugby y nos están reconociendo ya hace 37 años. Nuestra
experiencia como único club nos hace estar más afianzados y que ya en la
comunidad y la ciudad nos conozcan. No solo nos conocen los que pasaron, si no
los directores de escuelas, los intendentes y gobernantes del turno, los dirigentes de turno. Vos cuando decís
“Soy del CAR” no tenés que explicar que es un club de rugby de avellaneda. Decís
“Soy del CAR” y te dicen “Ah, sí” y ya está. Eso es un paso adelante que
hemos dado a base de mucho esfuerzo, de mucha difusión, de mucho boca a boca y
esperemos expandir el club como lo estamos haciendo a toda la comunidad y que lo conozcan en toda
la ciudad.
¿Cómo es la vida de un
dirigente de un club en constante crecimiento teniendo en cuenta otras
responsabilidades como trabajo y familia?
Es raro. Somos 3 o 4 personas que hablamos fácil 6 veces por
día. El día a día comienza con obligarme a ir a correr a las 8 de la mañana al club
para ver cómo están las obras, los empleados o que falta con ellos, hacer
gimnasia o bañarme e irme para otro lado. En esa estamos Carlitos Duarte y yo. También Sebastián Vinagre que está dándonos una mano. Con eso programamos el
día, mientras que hablamos, por lo menos nos ahorramos alguna
llamada por teléfono. En la primera hora ya programamos toda la
jornada. Después dos o tres veces por semana en el club. Vamos turnándonos porque
hoy por hoy no se puede estar en todos lados. También esta Ricky Gordo Llobell en
URBA y Fernando Meaños y Gustavo San Martin, en secretaria y tesorería. Diego
Chiesino, Rufo y Jerry en rugby junto a
Flavio, Félix y Fernando en infantiles.
Estamos conformando
una segunda generación de dirigentes muy buena porque somos amigos y nos conocemos casi todos hace 30
años. Cada uno ya sabe quién es quién y
formamos un gran equipo. La verdad, que yo me siento cómodo y agradecido, por el equipo de CD que se ha armado
“Todos juntos a la par”. Eso es muy bueno. Cuando uno toma esta decisión debe tener equipo, y cuando hablamos
de que yo sea presidente, me dijeron te
bancamos, y hasta ahora lo están haciendo y superando esa responsabilidad,
que todos tenemos de ser dirigentes o formar parte de la CD.
Cada vez se acercan más chicos, ¿Te da una pauta de que el CAR está
cumpliendo bien la función social y de contención que tiene?
Si, sin dudas. Si hay algo
que el rugby hace es contener. Siempre nos reímos porque cuando un chico tiene
problemas de conducta las psicopedagogas y los psicólogos te dicen “Llévelo a
rugby”. Entonces nosotros nos trazamos objetivos y dentro de 5 años lo ves y está
formado. La función social o de insertar ese chico en un deporte, es bárbaro y
no tiene precio. Hoy la calle esta peligrosa, en nuestra época hacíamos 30
cuadras caminando a la madrugada y no
pasaba nada, hoy ustedes no lo pueden hacer. Entonces estando la gran parte del
día adentro del club y que se junten con amigos, forma parte de una segunda
casa y eso es bárbaro. Primero que sean buenas personas y después deportistas,
esa es la idea del rugby.
Respecto a juveniles, a partir del año que viene va a haber
muchas categorías en Grupo II, ¿Eso habla de un sostén que hubo en las divisiones infantiles?
Eso garantiza la eternidad
del CAR .Si tenés categorías en Grupo II, significa que estas armado. Fijate
las estadísticas de los chicos que subieron a superior estos años y te vas a
dar cuenta que el bache ya lo tuvimos. Entonces podes cerrar los ojos e irte a
dormir diciendo “tenés club para rato” porque ves el motor que es infantiles
que hay 300 pibes jugando, todos los juveniles en Grupo II y los infantiles sin
hacer una política de búsqueda o de scouting. Por fin de semana siguen entrando
y eso naturalmente te empuja y te da la tranquilidad que te da el club para
rato. Tampoco podes dormirte porque las infraestructuras quedan chicas, el
espacio no es el mismo, los chicos que nacieron con las comodidades del agua
caliente y los vestuarios exigen más cosas que hay que dárselas. Son
compromisos que se van permanentemente renovando y es nuestro desafío estar a
la altura de las circunstancias. Todos conocen de la plazoleta del parque
dominico, de arsenal del YMCA, ahora tenemos este sueño de estar en Avellaneda, y debemos valorarlo.
A partir del año que viene se elimina M-20. ¿Qué postura tomaste frente
a eso?
Me parece bien por nuestro
club. Lo que mira todo el mundo es el plantel superior. Nuestro plantel
superior lleva muchos años juntos y ya empezábamos a ver si contábamos con
algún recurso de M-20 en caso de necesitarlo. Hoy por hoy en el rugby mundial
ves chicos a nivel selección de 20 años. Están en edad de formar parte del
plantel superior, entonces una M-20 numerosa lo va a jerarquizar.
¿Qué balance haces de la segunda parte del año?
Fue un año raro. Empezamos a
ver la luz en Zárate que ahí revertimos un partido casi en la última etapa del
juego y después vinieron bajones como Chascomus y Las Cañas pero después
seguimos. Los chicos encontraron su fortaleza mental y física, entraron en una
etapa de madurez y la experiencia de los más grandes que aportó muchísimo. Ese
conjunto de cosas llevó a que ganemos esos 6 partidos seguimos. Igual lo de
Tigre fue un buen refrescon porque todos creíamos que le íbamos a ganar y fue
un llamado de atención para decir “Ojo, no ganamos nada”. Ahora el objetivo del
club es hacer lo posible por lograr este ascenso que nos pondría en el lugar
que considero que deberíamos estar. No somos un club de tercera. Por años, por
cantidad y calidad de jugadores. Todo el mundo se siente incómodo jugando en
esta categoría. Pero es la realidad hoy
estamos en tercera.
No te conforma permanecer en tercera…
No. Si damos todo, y no nos alcanza y estamos en
tercera, voy a estar contentos igual.
Nosotros los vamos a apoyar siempre. Por esos hablo en plural, Hoy todo el CAR
está con ellos. Pero yo conservo dos hermosos recuerdos de los dos únicos ascensos de nuestra historia: el del 87 y del 97 y después no hubo otro. Los chicos
del 87 y 97 todavía son recordados por
los miembros del club. Ya le dije al capitán “Tengo
el marco, falta la foto del ascenso”. Para eso hay que pensar y entrenar mas que nunca en estas dos finales.
Nicolás Godoy e Ignacio Ferreira (M-16) quedaron en los centros de
formación de Zona Sur y Mariano Filomeno en el Seleccionado URBA Desarrollo. ¿Eso
pone más arriba al club?
Te lo reconocen entre los
dirigentes .Obviamente, mas notablemente lo de Mariano. Lo de los centros de
formación es muy importante porque ahí te rozas con otros jugadores. Igual, lo más
importante de estar en el centro de formación son ellos y sus compañeros. Ellos
tienen que vivir el club en un todo porque el centro de formación va y viene
pero el club es el que queda. Están ahí porque 14 jugadores los acompañaron y
los hicieron destacar. Ellos son los representantes de sus compañeros y atrás
de eso está el club. Como mensaje te digo que es muy reconfortante como
dirigente tener chicos en el seleccionado o en el pre-seleccionado o que sean
destacables pero también es reconfortante los que se quedaron y contribuyeron
para que estén allá arriba. La URBA en ese sentido están haciendo una campaña
de difusión bastante grande de scouting o selección. Sirve porque nos empiezan
a conocer los pares. Son ejemplos de que el club hace las cosas bien.
¿Cómo evaluás la evolución de infraestructura y lo que va a venir debido
a los chicos que se acercan?
El club nos queda chico.
Tenemos que pensar seriamente que hacer con tan poco espacio que tenemos y
empezar a pensar modificaciones. Estamos complicados con una cuestión de
espacio. Las obras las hacemos con garra y ganas. Para el 29 de noviembre vamos
a hacer la fiesta de fin de año y queremos tener inauguradas el salón que fue
remodelado. Estamos viendo si podemos sacar la chancha de gas del fondo para
armar otro quincho de tercer tiempo. Hay que abrirlo al club porque si no todos
estamos en los mismos lugares. Estamos siempre en el buffet y en las canchas.
Si abrís el club, la gente va a estar más cómoda. Me encantaría volver a tener la escuelita de hockey femenino, pero necesitamos organizadoras u organizadores. Quizás en un tiempito tengamos novedades al respecto.
El final es tuyo.
Estamos viviendo un buen
momento y la frutilla de este postre sería lograr el ascenso. Si logramos el
ascenso a la segunda categoría, estaríamos haciendo historia.
Por Lucas Sosa
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